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El no-nacionalisme espanyol ha tingut
una gran alegria amb la victòria dels seus contra
Ucraïna per quatre a zero. Acostumats a les derrotes
mundialistes ara veuen, gràcies a aquesta victòria,
que estan a les portes d'aconseguir el Mundial d'Alemanya.
El Mundo, un dels portaveus del
no-nacionalisme espanyol, dijous estava eufòric.
Amb una fotografia on hi havia una inmensa senyera espanyola,
titulava ufanós que "La goleada de la selección
dispara las expresiones de patriotismo en España".
Llegim-ho bé: la victòria d'Espanya genera
patriotismo, no pas nacionalismo. Ja sabem
que ells, valga'ns Déu, no són nacionalistes.
De fet, han demonitzat el terme. Ells, simplement, són
patriotes.
Com no podia ser d'una altra manera,
EM dedica un editorial a lloar la gran victòria
d'Espanya. I, és clar, és un editorial
antològic. Us el reproduïm tot seguit:
...Y AHORA RESULTA QUE SÍ
SOMOS ESPAÑOLES
Una ola de fervor patriótico
inundó ayer inesperadamente España.
De Tarragona a Melilla, de Almería a Vitoria,
millones de gargantas corearon los goles de Alonso,
Torres y Villa y empezaron a creerse -tal vez por
primera vez en la Historia- que su selección
podía ganar el Mundial. A medida que el cuero
golpeaba las mallas de la portería ucraniana,
parecían esfumarse de golpe siglos de complejos
atávicos y se derretían como un azucarillo
las dudas existenciales de un país que, paradójicamente,
ha dedicado en los últimos años demasiado
tiempo a preguntarse por su propio ser.
Lo que ayer se vivió en los bares, en las plazas,
en los lugares públicos fue mucho más
que un simple partido. Por primera vez desde hace
mucho tiempo, la bandera tomó las calles a
cara descubierta sin que mediara para ello una reivindicación
política y se erigió en el símbolo
de un país artificialmente dividido por la
elite dirigente y sin embargo unido en torno a la
hoguera de emociones que genera el fútbol.
Muchos fueron ayer los que intentaron arrimar a su
sardina las crepitantes ascuas del ardor patriótico.
Aerolíneas y cadenas de supermercados ofrecieron
descuentos a sus clientes para celebrar la gesta.
Pero sin duda fueron los partidos políticos
los que llevaron este afán más lejos,
reivindicando para su propio modelo de Estado lo que
a todas luces fue sólo -y ahí es nada-
un gran partido de fútbol. El PP aseguró
que el triunfo era fruto del "orgullo de la nación
más antigua de Europa" mientras el PSOE
lo atribuía a "la España plural".
Y sin embargo España no fue en la tarde de
ayer ni plural ni singular sino tan sólo España,
de nuevo y por fin un país sin apellidos. La
bandera nacional -tantas veces identificada con el
franquismo y denostada como un emblema rancio- pudo
verse en oficinas, mercados y restaurantes de toda
la geografía ibérica.
Si ciudadanos, comerciantes y políticos se
envolvieron ayer de rojo y gualda, los dos canales
que transmitieron el partido no se quedaron cortos.
Pero mientras los chascarrillos de Andrés Montes
en La Sexta se ciñeron más al ámbito
futbolístico, los de Cuatro cayeron en un patrioterismo
que incitaba a los espectadores a ponerse en pie para
escuchar el himno y se felicitaba de que el amor por
nuestros colores hubiera rebasado las fronteras de
lo privado y al fin se pudiera compartir de puertas
afuera. Tan alto llegó la marea que hasta ese
grupo de comunicación -el mismo que repudió
en su día la bandera de la plaza de Colón
y que tantas veces ha avalado el replanteamiento de
la idea de España- se subió a la ola
de entusiasmo y colocó una enorme enseña
nacional en la portada de su página web, demostrando
que -con cinismo- se puede hacer negocio de una idea
y de su contraria.
En tot l'editorial surten dues al·lusions
a la pàtria: "ola de fervor patriótico"
i "ardor patriótico". És clar,
el text és construït a partir de la premissa
que Espanya és la pàtria de qui escriu
l'editorial. També cal remarcar la utilització,
dues vegades, de l'adjectiu nacional: "bandera
nacional" i "enseña nacional".
Com pot ser que uns no-nacionalistes utilitzin l'adjectiu
nacional? Com és que passen de patriótico
a nacional? O és que utilitzen els adjectius
d'una manera ad hoc, és a dir, quan els
convé un i quan els convé l'altre?
També cal
remarcar que els editorialistes d'EM es veuen a Berlín
el 9 de juliol i, amb una mica de sort (i un penal inexistent
i l'expulsió injusta d'algun jugador de l'equip
rival) poden ser els campions. Llàstima que l'Argentina
marqués sis gols a Sèrbia-Montenegro i
passi per davant dels espanyols a les apostes. I llàstima
que hi hagi el Brasil de Ronaldinho.
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