Logo Contrastant.net
Digues la teva
Home Correu
 
ç
 



© Magma3
 
7 de març de 2006
Novetats  
   
Disculpen las molestias
Quim Monzó
  La Vanguardia, 5 d'abril de 2006
   
 

El domingo, Ramon Aymerich publicaba en las páginas de Economía de este diario los resultados del primer estudio sobre hábitos de comercio de los inmigrantes extracomunitarios que viven en Catalunya. El estudio lo ha hecho la consultora Nielsen, por encargo del área de comercio de la Diputación de Barcelona, a partir de 1.310 entrevistas.

Entre diversos datos reseñados, uno me ha llamado especialmente la atención: "Sólo un 20 por ciento de los encuestados (con una media de estancia en el país de cinco años) se muestra molesto ante la presencia del catalán en los comercios - ya sea a través de rótulos o del etiquetaje-. Otro 50 por ciento lo ve bien y el 30 por ciento restante se muestra indiferente. Ese dato y el que una mayoría de encuestados se defina como de clase media indican que ´una buena parte de esos inmigrantes ha tomado la determinación de rehacer aquí sus vidas´, explica Jaume Vives, concejal de Derechos Civiles de Badalona y responsable de la elaboración del informe".

Son porcentajes muy interesantes. Que al 20 por ciento de los encuestados le moleste la presencia del catalán en los comercios y en el etiquetaje me alucinaría si no fuese que a estas alturas - y sobre todo en esas materias- a uno ya hay pocas cosas que le alucinen. Un 20 por ciento no me parece una cifra en absoluto menospreciable, y más cuando, tras ella, aparece el colchón de los desinteresados: "El 30 por ciento restante se muestra indiferente". O sea que, entre indiferentes al catalán y molestos por su presencia, sumamos un sugestivo 50 por ciento. Y eso teniendo en cuenta que el etiquetaje en esa lengua es a todas luces escaso. ¿Qué sucedería si fuese considerable? Pues que, entonces, no molestaría. ¿Se imaginan ustedes yendo a vivir a Bélgica y declarándose molestos por la presencia del francés (o el neerlandés) en los comercios y en el etiquetaje?

Supongo que del 50 por ciento restante - el que, tal como dice Aymerich, "lo ve bien"- se pondrá pronto la medalla la Queta, esa dentadura postiza con la que la secretaría de Política Lingüística del Govern actual está consiguiendo algo realmente difícil: igualar la ñoñería de aquella Norma rubita y con peto que la misma secretaría creó en época de Jordi Pujol. Hay que destacar, por cierto, que en los anuncios de la campaña de esta temporada ha aparecido un "pots parlar en català..." bastante curioso. La canción lo va repitiendo, como estribillo: "Pots parlar en català, pots parlar en català...". Es como si en realidad te estuviesen diciendo: "Eh, que hablar en catalán está permitido, no creas que no lo está. Si quieres y no te incomoda puedes hacerlo, no hay ningún problema, en principio no pasa nada y en cualquier caso no te detendrán por ello...". Todo sea por no molestar a los tantos por cientos irritables.

Lo más redondo es la conclusión que de todo eso extrae el responsable del informe, Jaume Vives: "Ese dato y el que una mayoría de encuestados se defina como de clase media indican que ´una buena parte de esos inmigrantes ha tomado la determinación de rehacer aquí sus vidas´". Ojo al "ese dato". A fe mía que el responsable del informe no se equivoca. Su deducción es sabia: en pocos años han visto con claridad qué es importante aquí y qué no lo es, y cuál es el mejor abono para echar raíces en este país.