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La actual polarización política transmite
a nuestra sociedad un horizonte cerrado y sin alternativas.
Creemos que la sociedad vasca no acepta este escenario
de bloqueo y reclama más comunicación,
diálogo y acuerdos. Por eso, queremos abrir un
espacio a la esperanza y a la ilusión, sustentado
sobre cuatro principios básicos:
No-violencia y defensa de los
Derechos Humanos, que representa:
- El rechazo de todo tipo de violencia
y extorsión y la exigencia a ETA del abandono
definitivo de las armas.
- El compromiso de defensa activa y
de solidaridad con todas las personas que hayan sufrido
y sufren la violencia y el terrorismo, y con todas
las que sufren cualquier vulneración de los
derechos humanos y de las libertades.
- El respeto escrupuloso de todos los
derechos humanos y de las libertades de todas las
personas, sin distinción.
Diálogo Político,
que implica:
- El compromiso inequívoco con
el diálogo para alcanzar la Paz y como camino
para afrontar la solución, tanto del conflicto
de normalización política, como el de
convivencia existente en nuestra sociedad.
- Propiciar el diálogo con iniciativas
de distensión, de humanización y de
tolerancia democrática. Negar el diálogo
es negar la solución.
- Un diálogo abierto, sin exclusiones
y sin condiciones políticas, en un foro de
partidos en el que sus integrantes nos comprometamos
a defender nuestros proyectos por vías exclusivamente
pacíficas y democráticas.
Respeto a las decisiones de la
sociedad vasca, que supone:
- El respeto a las Instituciones y
a los marcos jurídicos construidos hasta ahora
por la voluntad mayoritaria de los vascos y de las
vascas, y el respeto, también, a la legitimidad
democrática de las opciones de cambio, actualización
y modificación de los mismos.
- El respeto, en suma, a que la sociedad
vasca sea consultada para que pueda ejercer su derecho
a decidir, libre, pacífica y democráticamente
su propio futuro.
Construcción Social,
que constituye:
- El compromiso con la construcción
de Euskadi desde el reconocimiento y aceptación
de la pluralidad de la sociedad vasca, sobre la base
de un modelo de integración, de progreso, de
justicia social y de solidaridad con los más
desfavorecidos.
- Un modelo abierto a todos, integrador
y que sea un referente de libertad, bienestar y de
solidaridad, capaz de afrontar con garantías
los profundos cambios y transformaciones que nuestro
Pueblo debe superar en el siglo XXI.
Es nuestro compromiso defender
estos principios e impulsar su desarrollo para abrir
una nueva etapa de esperanza y de solución para
Euskadi.
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